Quizás este sea el pensamiento que nos invade a muchos al echar la vista atrás y pensar en este año que mañana acaba.

Pero si pensamos en el 2020 como el año en que nuestras vidas cambiaron para siempre, de verdad ¿queremos olvidarlo?

En 2020 aprendimos que no hay que dar nada por sentado. Que las personas están por encima de lo material. Que la ciencia tiene sus ritmos. Que las personas necesitan de las personas. Que para conseguir el bien colectivo a veces hay que renunciar. Que las empresas tienen que reinventarse para sobrevivir.

Y de esto último en Boreal tenemos varios ejemplos. Ejemplos de empresas que pese a las circunstancias dieron un paso adelante y confiaron en nosotras para acompañarlos en este camino.

En primer lugar, gracias a todo el equipo de Rekker por tener la valentía de apostar por algo tan intangible como la imagen. En un año gracias a vuestra visión habéis conseguido cosas maravillosas.

Gracias a Barea por dejar en nuestras manos algo tan personal como vuestra identidad corporativa y vuestra web.

Gracias a I To Grow por lanzar un proyecto tan maravilloso gestado durante el confinamiento más estricto y poner en nuestras manos su lanzamiento. Flori, tu constancia y amor por los niños es envidiable.

Gracias a Aula Culinària por seguir haciendo de la pasión por la cocina vuestro motor y por dejarnos acompañaros en vuestra andadura en las redes.

Gracias Mercè Borrell por no parar, por no aceptar un no por respuesta, por arriesgarte confiándonos la organización de un evento que resultó ser una delicia.

Gracias a todo el equipo de Iscat, que trabaja por y para los niños y que pese a las dificultades de un año excepcional apostó por la comunicación como herramienta para salir exitosos de este año tan complicado.

Gracias a Cabo San Roque por vuestra osadía, por apostar por lo digital y por ser tan grandes artistas.

Gracias a aquellos nuevos clientes que han decidido comenzar el nuevo año de nuestra mano. No hay honor más grande: Besform, Publifa, Filla de Zoe y Mapsa.

Y gracias a nuestras familias que nos han apoyado incondicionalmente en la creación de Boreal, para que poco a poco aquella vida con la que ambas fantaseábamos en el pasado haya tomado forma, paradójicamente, en uno de los años más difíciles de nuestras vidas. Y eso es, sin duda, motivo para la esperanza.

Por un 2021 lleno de luz.